¡Hay un nuevo miembro en la familia de los ponis de Shetland miniatura! La torpeza del potrillo recién nacido les hace reír a todos en el establo. Cuando la cuidadora llena el comedero de apetitosas manzanas, el potro se echa encima y, curioso, las examina con su hocico. Mientras tanto, el caballo y la yegua empiezan a husmear en la bolsa de comida aprovechando que nadie los mira. ¡La cuidadora no debería haberlos perdido de vista! Los dos ponis mini-Shetland ya están mordisqueando con ahínco las bolsas de comida, que huelen de maravilla.