El granjero Paul está muy atareado: los cerdos gruñen y reclaman su comida, y parece que la vaca, que está en el establo, tiene ya mucha hambre. Antes de darle un poco de heno, el granjero Paul le da primero el biberón al pequeño ternero. Todos los animales acuden al establo a comer. Sobre todos los cerdos esperan recibir una jugosa manzana o una zanahoria crujiente. Después de comer vuelven a salir fuera. El granjero Paul ha colocado vallas alrededor de la granja para que todos puedan tomar el aire. Pero las vallas no impiden al gato, que está en el tejado, y a las palomas moverse libremente. Pero siempre vuelven, porque el granjero Paul también los cuida con mucho cariño. Hasta les ha construido una casa a las palomas, donde también se pueden refugiar del gato cuando se le ocurre hacer alguna de sus trastadas. ¡Qué práctico! El box para ponis a juego, que se vende por separado, ofrece espacio para aún más animales.