El bisonte es el mamífero más grande de Norteamérica y este de aquí es especialmente bonito. Apoya confiado sus cuatro patas en la frondosa pradera y disfruta pastando. De repente, levanta bruscamente la cabeza. ¿Habrá oído algo? El bisonte gira su gran cabeza hacia un lado y contempla la ancha llanura. No se ve nada. Sigue pastando tranquilamente. Este coloso es muy pacífico pero, cuando no tiene más remedio, se defiende con valentía y también defiende a su manada. Algo que nadie esperaría de él es que puede correr muy rápido. ¡A hasta 56 km/h! Una vez que ha cogido velocidad, se lanza imparable contra su enemigo, como una enorme avalancha. Menos mal que esto solo pasa en situaciones de emergencia.