El Bajadasaurus anda tranquilamente por la selva. Seguro que está buscando un prado frondoso donde pastar. Necesita comer abundantemente para mantener su considerable peso de 4.000 kilos. En la columna cervical tiene unas púas que dan miedo para que nadie le moleste mientras come. Las apófisis espinosas de su cuello y cabeza le dan un aspecto bastante aterrador, pero en realidad es un tipo muy simpático. Lo único que quiere es que le dejen en paz mientras come...